Nuestra Filosofí­a Educativa

La filosofía educativa de la UAA se basa en la premisa de que los seres humanos, debido a que fueron creados a la imagen de Dios, deben ser tratados con igualdad sin distinción de edad, sexo, raza, nacionalidad, credo o posición social.

Fundamentada en esta relación del hombre con su Creador, la educación ofrecida por nuestros docentes se define como un proceso integral que abarca todas las facetas de la personalidad humana y prepara al estudiante para la vida presente y la venidera. Se interesa en los aspectos espirituales, morales, intelectuales, físicos, sociales y profesionales del ser humano.

Entendemos que la preparación académica del estudiante debe ser ofrecida en un marco cristiano; y por ser la Palabra de Dios, la revelación de Dios, la base de la fe cristiana y la fuente primordial del conocimiento, sabiduría y verdad; la educación que proporcionamos se guía por la concepción cristiana del ser humano. Esta concepción valoriza a la persona y entiende que ésta debe someterse a la voluntad de su Creador, mediante su fiel obediencia a su Palabra y su aceptación de Cristo como Hijo de Dios y Salvador del mundo.

Además, se establece que la educación que ofrecemos es un proceso evolutivo que responde a algunos de los cambios sociales. Por lo tanto, prepara a la persona para que sea un agente de cambios, motivado por valores cristianos, y un facilitador en un mundo complejo. La Universidad tiene gran interés en proveer al estudiante las oportunidades necesarias para que éste adquiera un conocimiento amplio en las distintas áreas del saber y que pueda desarrollar sus capacidades de pensar en forma crítica y analítica.

Dentro de esta filosofía, el maestro no sólo es un dispensador de conocimientos, aunque éstos sean muy importantes; más aún, comunica la verdad de Dios, junto a las letras y las ciencias. Entiende que su mayor objetivo es desarrollar en el estudiante un balance entre lo cognoscitivo y lo espiritual, con el fin de que éste sirva a Dios y a la comunidad.